Publicado el 30Deja un comentariohttps%3A%2F%2Ffloresalud.net%2Flas-otras-plagas-cucarachas-ratones-ratas-hormigas-moscas-mosquitos-maspalomas-vecindario-aguimes-telde-las-palmas-gran-canaria-arucas-guia-galdarLas+otras+plagas2007-04-01+17%3A01%3A03FUMIGACIONES+CANARIAShttp%3A%2F%2Fwww.floresalud.es%2Fwordpress%2F%3Fp%3D30

Las otras plagas

LAS OTRAS PLAGAS

Murciélagos, avispas y animales domésticos en poblaciones incontroladas pueden ser peligrosos para la salud.

Se define como «plaga» a todo conjunto de seres vivos que se encuentran en una densidad tal que pueden llegar a dañar o constituir una amenaza para el hombre y/o su bienestar. Sin embargo, el concepto de plaga es entendido, la mayoría de las veces, en función del tipo de animal de que se trate, es decir, habitualmente insectos, roedores o microorganismos patógenos.

Hasta hace muy poco, las empresas de control de plagas eran requeridas para suprimir poblaciones de cucarachas, moscas, mosquitos, ratas, ratones, etc. Pero últimamente, sobre todo en las zonas urbanas, se solicita cada vez más el control de «otros animales» que no suelen ser considerados por el público como plagas susceptibles de ser reguladas: gatos, perros, palomas, murciélagos, avispas, abejas, escorpiones… seres vivos que pueden llegar a constituir un serio peligro para la salud pública, además del deterioro que suponen para la calidad de vida de los ciudadanos.

Las razones por las que estos animales pueden llegar a ser considerados como «plagas» hay que buscarlas en el propio comportamiento del ser humano. El hombre que vive en el medio urbano a menudo necesita sentir un nexo de unión con la naturaleza, y acoge animales domésticos en su hogar que abandona cuando se convierten en una carga suplementaria a las obligaciones cotidianas. Tras ser abandonados, estos animales logran sobrevivir «gracias» a que otros ciudadanos les proporcionan alimentos en la vía pública. Por otra parte, el hombre ha urbanizado zonas rurales que son hábitat naturales de muchas especies de animales (palomas, murciélagos, etc.). Lejos de desaparecer o desplazarse de la zona, estos animales se adaptan a su nuevo entorno.

En el control de estos animales, las empresas DDD (Desinfección, Desisectación y Desratización) se encuentran con la paradoja siguiente: siendo necesaria su captura o erradicación debido no solamente al deterioro que causan al bienestar común, sino que, además, son transmisores de enfermedades, algunos ciudadanos se oponen a su control, y favorecen su proliferación suministrándoles alimento.

Por esta razón, aparte de las medidas de control curativas, es necesario que la Administración programe campañas de concienciación ciudadana en la que se expliquen los peligros que estos animales tienen para la salud pública cuando, como en el caso de gatos y perros abandonados, no están sometidos a ningún control sanitario y cuando, como en el caso de las palomas, el número de individuos es tan elevado que el poder de transmisión de enfermedades se multiplica de forma alarmante.

Más información.

Publicado el 28Deja un comentariohttps%3A%2F%2Ffloresalud.net%2Fla-seguridad-alimentaria-cucarachas-ratones-ratas-hormigas-moscas-mosquitos-maspalomas-vecindario-aguimes-telde-las-palmas-gran-canaria-arucas-guia-galdarLa+seguridad+alimentar%C3%ADa2007-04-01+16%3A45%3A21FUMIGACIONES+CANARIAShttp%3A%2F%2Fwww.floresalud.es%2Fwordpress%2F%3Fp%3D28

La seguridad alimentaría

La seguridad alimentaria ¿en manos de quién?

APPCC

Ecologistas en Acción reclama en el Día Mundial de la Alimentación un apoyo decidido y urgente de todos los gobiernos para reorientar el sistema agroalimentario hacia una producción de alimentos saludables y para todas las personas, que contribuya a la conservación del medio ambiente y a mantener una población campesina cuyo saber y gestión del entorno y de la biodiversidad es crucial para el futuro de la alimentación.Todos los años, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) celebra el 16 de octubre el Día Mundial de la Alimentación. El lema escogido para este año es «Invertir en la agricultura para lograr la seguridad alimentaria». Cabe preguntarse, sin embargo de qué seguridad alimentaria hablamos. ¿Una seguridad alimentaria basada en un sector agrícola que produce alimentos sanos sin dañar el medio ambiente, o una seguridad alimentaria en manos de la industria agroalimentaria?

En los últimos años estamos asistiendo a un alarmante proceso de concentración de la agroindustria. En un extremo de la cadena alimentaria, más del 70% del mercado mundial de pesticidas está en manos de 6 gigantes agroquímicos y se prevé que dentro de unos años sólo quedarán 3. Estas mismas compañías agroquímicas acaparan gran parte de las ventas mundiales de semillas, habiendo conseguido un lucrativo mercado cautivo con la venta de variedades transgénicas resistentes a sus propios herbicidas (más del 80% de los cultivos transgénicos del mundo son variedades resistentes a un herbicida); su objetivo es ahora consolidar este mercado, desarrollando una segunda generación de semillas manipuladas para «suicidarse» que obligarán al agricultor a comprar semilla todos los años, o cuyas características «ventajosas» sólo se expresarán cuando se apliquen determinados productos químicos en los campos de cultivo. En el otro extremo de la cadena, las 10 mayores empresas del sector de la alimentación controlan una cuarta parte del negocio de la bebida y de los alimentos elaborados, y 10 grandes cadenas de distribución la cuarta parte de las ventas de alimentos a nivel mundial.

De seguir así, en unos pocos años media docena de empresas transnacionales controlarán la producción de alimentos desde la semilla a la mesa. En su informe «Situación de la Inseguridad Alimentaria, 2004», la FAO reconocía el riesgo de marginalización de los agricultores y de aumento de la pobreza que supone este monopolio mundial, en el que la industria no sólo vende los insumos (semillas y agroquímicos) y fija las condiciones de producción, sino que además se queda con la mayor parte de los beneficios de la venta de alimentos. En España, por ejemplo, el agricultor en muchos casos sólo percibe el 25% del precio de venta al público de un producto. Los riesgos de este monopolio para el consumidor y para la seguridad alimentaria del mundo son obvios.

Por otra parte, la investigación agrícola está pasando a ser controlada crecientemente por el sector privado. Consecuentemente, una creciente proporción del I+D público, tradicionalmente más preocupado por las necesidades del agricultor, se está orientando hacia tecnologías relacionadas con el procesamiento de los alimentos y hacia una mejora genética de los cultivos dominada por los intereses de la agroindustria, y vinculada a un sistema de producción agrícola enormemente destructivo, no sólo a nivel ecológico, sino en términos de salud humana y de seguridad alimentaria. Una investigación cautiva, cuyas prioridades vienen fijadas por intereses industriales y cuya dependencia de la financiación privada es cada vez más acusada, resulta asimismo una evidente amenaza para la seguridad alimentaria.

En consecuencia, Ecologistas en Acción reclama en este Día Mundial de la Alimentación un apoyo decidido y urgente de todos los gobiernos para reorientar el sistema agroalimentario hacia una producción de alimentos saludables y para todas las personas, que contribuya a la conservación del medio ambiente y a mantener una población campesina cuyo saber y gestión del entorno y de la biodiversidad es crucial para el futuro de la alimentación. Denuncia asimismo, una vez más, la permisividad del gobierno y el respaldo del Ministerio de Agricultura ante la invasión del campo español y la alimentación por unos cultivos transgénicos que suponen gravísimos riesgos para el futuro de la agricultura, y se solidariza con las personas acusadas en Cataluña de la destrucción de campos experimentales de transgénicos ilegales.

Autor: Ecologistas en Acción